Crítica Cartelera: Up in the Air (Amor sin escala)

Puntuación: Excelente, de lo mejor que he visto en mi vida, pero pudo haber sido perfecta, lástima que se quedó por muy poco.

Conocí a Jason Reitman hace cerca de 5 años con su prometedora ópera prima ‘Thank you for smoking‘ para después ser considerado una de las promesas de Hollywood con la sobre valuada ‘Juno’. Creo que no es necesario aclarar que (lamentablemente) no conozco al señor Reitman en persona pero que con el paso del tiempo y gracias al oportunismo que tuve de saber de él desde su debut, creo tener el placer de ver su progresión a través de lo años y de las películas que ha realizado. Y que con ‘Up in the air’ llega a unos niveles soberbios de maestría que muchos directores no quisieron o supieron aprovechar.

La película, que aquí fue titulada como ‘Amor sin escalas’ nos presenta a Ryan, un personaje solitario pero que aprecia mucho de esa soledad para sentirse completo, por lo menos al inicio de la cinta. En esta según pude observar y recordar hasta ahora cuenta con dos puntos de vista para contar su historia, uno es obviamente el de Ryan, interpretado con soltura por el siempre profesional, George Clooney.

El punto de vista de Ryan es el de un hombre soltero cercano a los 50 y que ve la vida desde una manera práctica, incluso llegando al cinismo, ayudado e influenciado claro, por el tipo de trabajo que tiene, que es el de despedir gente. Ryan es contratado por jefes que no tienen el valor de despedir a su empleados. El mismo se ve como un guía que lleva a esas almas en pena a un río sin dirección fija pero que dará el empujón inicial para que sea lo menos brusco posible y lo que más disfruta Ryan de esto no es poder ayudar a la gente, sino viajar miles de kilómetros hasta llegar a cada destino para cumplir su labor. Solo.

Reitman declara aquí sus intenciones de criticar el estilo de vida estadounidense, todo el estilo de vida estadounidense. Desde la “descompleja” vida de Ryan y el tipo de vida americano de un trabajo sólido y bien remunerado pero poco querido o respetado hasta la ironía o paradoja de cada uno de estos desempleados al perderlo.

La cinta empieza a carburar con la introducción del personaje secundario que le dará soporte al personaje de Clooney, esta es Alex, actuado con soltura por una bellísima Vera Farmiga que se luce totalmente en el papel de mujer despreocupada y que desea tener un respiro de su vida normal. La interacción entre ambos protagonistas es realmente deliciosa, un gusto visual de primera clase (como los vuelos de Ryan) y que brilla por cada segundo que salen en pantalla.

Pero como dije, este es un punto de vista, el de Ryan, falta el siguiente, y para mi el más importante y vital y que le da todo el peso y tono a la cinta: el que recae bajo los hombros (u ojos mejor dicho) de Natalie, la nueva asistente y aprendiz del trabajo de Ryan, que cuenta con la participación de la actriz revelación Anna Kendrick.

Natalie representa por un lado el deseo juvenil e impetuoso de sobresalir en su trabajo, con ideas novedosas para hacerse notar. Aquí el director y co-guionista intenta mostrarnos el lado brutal acerca de despedir gente bajo los ojos de una persona que pudo haber sido cualquiera, y que intenta “sacar su chamba” pero que se topará con la cruda realidad de la destrucción de vidas.

La cinta refleja de una forma como pocas veces he visto en mi vida la situación actual de EU pero más que nada, la situación de casi el mundo entero al depender de un trabajo que ellos mismos no tienen control. Reitman muestra sin tapujos, con una habilidad bestial y abrumadora el panorama desalentador y sin esperanza que tiene un empleado al ser liquidado. Un empelado que literalmente odia ese trabajo pero que encuentra confort y seguridad al tenerlo y depender de el. Lo paradójico de esto según veo es la aversión o aburrimiento que se tiene por su labor pero que sufre al ya no estar en el. Creo que Reitman da en el clavo en representar esta parte de la vida de la sociedad en general de una forma atroz y sin convencionalismos baratos.

Realmente es espectacular la habilidad de Reitman para contarnos con imágenes del ambiente desolador que impera actualmente en el mundo, donde vemos como Ryan y Natalie van a una empresa a despedir personal y nos damos cuenta de una forma sutil pero impactante por medio de una cámara subjetiva en el personaje de Natalie, que esa empresa ya ha sufrido los estragos de la liquidación masiva.

Y es aquí el acierto y error de Reitman. Bajo estos dos puntos de vista la película se desenvuelve con soltura pero que cae en el error de no poder balancearlos. El tema de Natalie, los despidos y como tu trabajo afecta a la gente de manera definitiva es aterrador y doloroso, siendo imagen misma de la propia vida. Yo me sentí totalmente identificado y sufrí al ver cada caso de despido que presenciaba Natalie y Ryan.

Por el contrario, el personaje de Clooney es mucho más personal pero que me alejó por meterse en terrenos clásicos o como se dice comúnmente, ‘clichés’. Es acerca de encontrar el amor de tu vida y poder compartirla con él o ella, del valor de la familia y de la verdadera y según puedo percibir en la película, única importancia  que existe en el ser humano. Lo malo es que esto pierde total interés con respecto al tema de Natalie, abrumador y actual, mientras que el de Ryan cae en muchos terrenos ya conocidos. No digo que este mal, al contrario, pero el filme pierde toda la fuerza al cambiao de tono de la cinta, de despiadado y desgarrador a uno esperanzador, aunque al final se compone cuando el personaje acepta su destino, muy adecuado para el tipo de historia que Reitman nos estaba contando.

Y eso es lo que realmente me duele. Que esta cinta tenía todo para ser considera de lo mejor de la historia del séptimo arte, pero que se quedó en un excelente intento. Creo que a Jason Reitman le faltó un poco más de malicia.

La fotografía no ayuda mucho además, con sus tonos celestes, muy ad hoc con el color del cielo, pero que contrastan con el tema a tratar, haciéndolo ver más ligero, como una comedia romántica de fábrica, cuando esta película, teniendo una relación de amor, está muy alejados de ese concepto.

Pero pocos fallos le veo a esta obra, honestamente la disfruté como pocas veces lo he hecho en mi existencia. Me conmovió, emocionó, nostalgia y lágrimas me llenaron, pero que lamentablemente es algo que pudo ser pero no fue, a pesar de lo que fue haya sido muy bueno.

El guión es sencillamente brillante, a cargo del mismo Reitman y Sheldon Turner, combinando con sabiduría magistrales e inolvidables diálogos con secuencias poderosas y llenas de genialidad (la escena en Detroit en el primer despido es conmovedora y trágica a la vez, una muestra de ritmo y tensión que muy pocas veces se ven en el cine).

Comparo esta cinta con Bastardos sin Gloria de Tarantino por su completo guión, y a pesar de que la última obra del director de Pulp Fiction y Kill Bill es más completa donde cada eslabón encaja a la perfección, ‘Up in the Air’ es un ejemplo de emoción, de una buena habilidad narrativa y de saber como llegar directamente al corazón… o por lo menos al mío.

Fácilmente dentro de las 50 mejores películas que he visto en mi vida (de casi 1000). Y la primera gran película del 2010 en México.

Un comentario sobre “Crítica Cartelera: Up in the Air (Amor sin escala)

  1. Spider-sense never fails =D

    Soy una mala persona: quería ver esta en estreno, en premier de ser posible, pero hasta el momento no he ido. Esta semana sin falta veo «Up in the Air» para leer completa tu crítica.

    Jason Reitman, Edgar Wright y Danny Boyle son para mi garantía de una película que hay que ver en cine.

    ¡Saludos!

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